PFAS
- Ramiz Jafarov

- 17 nov
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 18 nov
Hace unos días encontré un mapa interactivo muy interesante sobre los PFAS y decidí contar un poco más sobre ellos.

Los PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas) también se conocen como “sustancias eternas”, debido a su gran resistencia a la degradación en la naturaleza y a la dificultad de su recolección y eliminación.
Estos compuestos químicos aparecieron a finales de los años 40 y rápidamente ganaron popularidad por sus propiedades repelentes al agua: se añadían a utensilios de cocina (como las sartenes de teflón), juguetes, cosméticos, papel higiénico, cintas adhesivas, ropa y muchos otros productos.
Las empresas que producían PFAS ocultaron durante décadas los efectos negativos de estas sustancias sobre la salud humana y animal. Los PFAS están relacionados con el cáncer, la infertilidad, las malformaciones congénitas y muchas otras enfermedades. Sin embargo, a finales del siglo XX, el abogado Robert Bilott emprendió una batalla legal contra una de esas empresas en EE. UU. —DuPont—. Como resultado, estableció un precedente en la protección de la salud pública y del medio ambiente que sigue inspirando la lucha actual. Esta historia se relata en la película “Dark Waters” (“Aguas oscuras”, 2019).
A pesar de que los daños de los PFAS se conocen desde hace un cuarto de siglo, su producción y uso continúan. En la Unión Europea, recién en 2023 se presentó una propuesta para su prohibición total (aunque el PFOA, la sustancia contra la que luchó Bilott, ya está prohibida). Ese mismo año, el “Forever Pollution Project” creó un mapa que muestra la magnitud de la contaminación por PFAS en Europa. En la imagen sobre esta publicación puedes ver una parte del mapa correspondiente a Valencia: 🔴 indica contaminación confirmada y 🔵 contaminación sospechada. Puedes consultar el mapa completo (y quizás elegir un lugar más limpio para vivir) [aquí].
Como era de esperar, las industrias química y del plástico lanzaron campañas de lobby y desinformación para impedir la prohibición de los PFAS, apelando a la pérdida de empleos y a la “inestabilidad económica” (como si no la hubiera cuando la población enferma de cáncer). El proyecto Forever Pollution también expone estas tácticas de presión, sobre las que puedes leer más [aquí].
Actualmente existen unas 10 000 sustancias PFAS conocidas, pero solo una está prohibida. En España, 20 de ellas deben ser monitoreadas por los servicios municipales de agua. El debate sobre la prohibición de los PFAS en Europa sigue abierto.
Puedes aprender más sobre este tema en el documental “The Devil We Know” (“El diablo que conocemos”, 2018).

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